Sí, leíste bien, ¡en Xcaret hay un tobogán! Es pequeño a comparación de otros, pero eso no impide que sea divertido. Además, se encuentra en un rincón desde donde se puede apreciar una vista inigualable del Parque. Aquí también puedes aprovechar para jugar en la trepachanga y con las llantas en pequeñas albercas naturales, y lo mejor es que, ¡te puedes deslizar por el tobogán cuantas veces quieras!

Si después de todas estas actividades acuáticas todavía tienes energía para seguir nadando, es hora de regresar a los ríos subterráneos. Ambos, el Río Manatí y el Maya, son mayormente abiertos, por lo que podrás disfrutar de paisajes coloridos a lo largo de todo el recorrido. La recomendación si quieres recorrer dos (o más) ríos, es que te lo tomes con calma: relájate y deja que la corriente te lleve flotando lentamente por este paraíso.