Durante tus vacaciones en Holbox podrás dormir en cómodas hamacas tejidas por las mujeres locales, pasear por las calles sin pavimentar y disfrutar las playas vírgenes de arenas finas y blancas mientras respiras la tranquilidad que proporciona la austeridad del entorno.
Dentro de la isla no hay pavimento y existen solo algunos automóviles, todos las calles son simplemente de arena blanca. Los medios tradicionales de transporte son los carritos de golf eléctricos o a gasolina, en bicicleta y a pie.
La isla está dividida en tres partes principales por ríos, una de las cuales está habitada y donde se encuentra la mayoría de la infraestructura turística. Holbox tiene el alma de un pequeño pueblo pesquero. El pueblo es pequeño, con casas, bungalós y cabañas, y la vida transcurre sin apuros y relajada.