Chichén Itzá, una de las ciudades mayas más importantes, fue fundada alrededor del año 500 y se cree que fue ocupada durante un periodo de mil años. Sin duda te asombrará esta majestuosa ciudad, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y como una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno en el 2007.
El Castillo fue creado para rendir tributo al dios Kukulkán, una de las deidades más populares de las culturas de Mesoamérica; conocido como Queztalcóatl por los Mexicas y como Coo Dzavui por los Mixtecas. Es por esta razón que se pueden apreciar diversas representaciones en la arquitectura de la pirámide.
El templo de Kukulkán fue construido sobre otro primer templo que también contaba con escalinatas alfaradas, pero sin cabezas de serpientes. El nuevo templo dobló la altura del anterior.
Es en realidad un calendario tridimensional pues cuenta con 91 escalones de cada lado, que sumados con la plataforma superior, representan los 365 días del año o ciclo Haab. Los nueve peldaños que posee en cada esquina y las 5 almenas de cada fachada corresponden al ciclo Tzolkin. Ambos ciclos se fusionan para formar la rueda calendárica maya.
Con el aumento de turistas que visitan la zona arqueológica se descubrió otro fenómeno en la pirámide; al aplaudir frente a sus escalinatas se produce un eco que simula el sonido del quetzal.
El templo, que permanecía en ruinas, fue restaurado en 1928, sin embargo, solamente se restauraron dos de sus cuatro caras con los restos que se encontraron a su alrededor. Se cree que si se restauraran las otras dos caras se podría ver el ascenso de Kukulkán durante los amaneceres de los equinoccios.